La luna se asoma tímidamente entre las nubes lanzando sus rayos que iluminan el camino marcando sobre las desgastadas piedras por tantos años de uso. Los hombres se alumbran con lámparas y hablan en susurros, van subiendo desde las riveras del Río Grande el que más adelante se le conoce como el salado.
Pasan por el pasaje, que fue construido por debajo de la carretera y salen del lado del cerro, van a la cueva, esta que tiene forma de ojo vista desde adentro, entran y prenden carbón para su sahumerio, cada uno va escarbando un pequeño agujero de aproximadamente 10 x 20 cms. y unos 20 centímetros de profundidad, algunos ponen listas con nombres, otros fotografías, otros peticiones, una vez depositados en el fondo lo cubren con tierra después sobre esta van parando velas negras, pequeñas tamales de copal, todo esto rodeado de de abundante humo de copal, algunos traen una gallina negra a la que cortan la cabeza y cuya sangre es regada por toda la cueva y el cuerpo sin vida es enterrado en otro hoyo en la tierra han pedido la muerta de sus enemigos, su enfermedad, y que su alma pertenezca al dueño de la cueva y que a cambio de esta entrega ellos tengan riquezas y protección para sus negocios y ¡ay de aquel que se atreve a desenterrar sus peticiones! ¡que el mal que le desean a otros les caigan a ellos! Han dejado su petición, han entregado a sus enemigos y también le han dejado sus ofrendas (su “cariño” como se dice por aquí) salen a la luz de la luna que anuncia que es mas de medianoche.
En otras fechas y días son otros los que entran a pedir básicamente dinero y llevan flores de cempasúchil, cacao, maíz morado, veladoras, velas, mismas que son puestas en forma de circulo. Se cuenta también que el “Dueño de la Cueva” y el “Señor del Cerro” los Ba’a Shuan Daa y Ba’a Shuan Biliaa, cuidan su territorio y cuando se construyo la presa bajo la cueva reclamaron a los ingenieros 30 cabezas de chivos negros (personas) para dejarlos almacenar el agua en sus propiedades y al no cumplir con la petición al poco tiempo de construida la presa se reventó por la parte de la mampostería y no por el bordo de tierra; y con la construcción de la supercarretera ha pasado otro tanto, y a pesar de misas todavía esta inconclusa.
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