"El Museo Frisell de Arte Zapoteco desde su creación significó un gran impacto a nivel cultural, económico, educativo y científico para la comunidad de San Pablo Villa de Mitla, proyectando a nivel Mundial, con una dimensión nueva, nuestra raza y nuestra cultura."
Desde que los 25 ciudadanos de la Villa de Mitla integraron la Junta Cultural Zapoteca A.C. decidieron unir esfuerzos para rescatar la lengua zapoteca, fomentar las Artes como la Pintura, Dibujo, Orfebrería, Escultura, etc.; y sobre todo la creación de un museo que contuviera la mayor colección arqueológica posible sobre nuestra cultura zapoteca, que hablara de nuestro esplendor, que alcanzo su mayor altura en el periodo clásico y posclásico mesoamericano, este deseo se vio cristalizado en el año de 1952, cuando el norteamericano Ervin Roberth Frissell conjuntamente con Howard Leigth, un maestro especializado en glifos zapotecos, respaldaron a la asociación civil.
Ervin R. Frissell contrata a obreros de Mitla, para que reparen un edificio de su propiedad, la Casa Consistorial; durante su rehabilitación se descubre evidencia de que ese edificio fue construido a mediados del s. XVI, con lo cual aumenta su valor cultural. Durante 7 años supervisa el funcionamiento del Museo y a su muerte en 1959 es sepultado en el panteón municipal de Mitla.
A pesar de los obstáculos burocráticos de las instituciones de Gobierno, el museo cumplió sus metas, entre las más destacables podemos mencionar la creación de fuentes de empleo para los ciudadanos de Mitla, la capacitación en el tallado de la piedra, donde destaco el maestro Rodolfo Moreno, con sus reproducciones de las estelas de Monte Alban y las estelas Mayas; en el Dibujo y la Pintura y que recordamos como mejor exponente al gran dibujante que fue Rubén Méndez Marcos, cuyos dibujos aparecieron ilustrando la obra literaria de Howard Leigth, misma que se difundió a nivel mundial; el idioma inglés fue aprendido con soltura por Eligio Martínez, lo que le sirvió para ser el traductor oficial del gran paleo-antropólogo Kent Vaughn Flannery quien realizo importantes investigaciones en los espacios sagrados de Mitla.
Pero el mayor logro del Museo, y de la Asociación por supuesto, como institución de fomento educativo, fue el implantar la artesanía a base de telares de pedal, misma que sigue siendo la base fundamental de la economía de la población, para ello contrataron a carpinteros para la construcción de los telares, y trajeron tejedores originarios de Xoxocotlan y del Barrio de Jalatlaco para capacitar a los pobladores de Mitla; cabe también mencionar que el primer guía y administrador del museo fue Darío Quero, descendiente de Félix Quero el antiguo dueño de la Casa Consistorial, la cual nuestros padres y abuelos llamaban en zapoteco “tiend-roo” o sea “la tienda grande”, edificio que por si solo representa toda una historia de nuestra comunidad, ya que la Casa Consistorial no solo funciono como tienda, sino también a través de los siglos sirvió como posada para alojar a los visitantes, tanto turistas como investigadores que venían a ver y conocer la zona arqueológica.
Al ser adquirida y rehabilitada por Frissell para poder exhibir las piezas arqueológicas, se destino un área para que continuara funcionando como posada y restaurante, y cuyos ingresos servían para dar mantenimiento al museo. Durante los años que funciono el museo atrajo a miles de visitantes a Mitla, que venían atraídos por la gran calidad y cantidad de piezas que albergaba el museo, logrando con esto no solo el reconocimiento de una gran cultura como lo fue la zapoteca, sino propiciando una gran derrama económica en la población, ya que los visitantes adquirían artesanías, alimentos y otros servicios. En 1982 muere Howard Leigth y es sepultado junto a Frissell. Durante 12 años mas el museo sigue funcionando, pero desgraciadamente el museo cerró sus puertas en el año de 1994 y desde entonces no las ha abierto.